A poco más de una hora de Praga se encuentra Liberec, una ciudad encantadora que se ubica en Bohemia del Norte y que es ideal para darse una escapada cuando están de viaje por la capital de Chequia.
Liberec es conocida por su larga tradición en la producción de vidrio y por la imponente montaña Ještěd. Esta ciudad ofrece una experiencia diferente, ideal para los viajeros que buscan belleza natural, historia y arquitectura singular.
La ciudad de Liberec tiene un lugar destacado en la historia de la producción de vidrio, una de las industrias más importantes de la región. Durante siglos, los artesanos locales han perfeccionado técnicas que han dado fama mundial a este arte, y aquí podrán encontrar una variedad de tiendas y talleres donde admirar o comprar piezas artesanales únicas.
Una opción para conocer más sobre este arte es Pačinek Glass, uno de los sitios productores más importantes de Chequia, donde pueden conocer cómo es el proceso de creación de las piezas de vidrio, las cuales las hacen de manera artesanal con la técnica del vidrio soplado. Incluso pueden intentar crear una pequeña pieza.
Cabe destacar que Pačinek Glass es reconocido mundialmente, pues varias de sus creaciones han decorado espacios de personajes importantes y, además, han formado parte de series y películas como Glass Onion.
Si visitan Pačinek Glass no dejen de admirar su jardin de cristal, donde encontrarán increíbles piezas de vidrio, así como la iglesia de cristal, la cual fue intervenida con creaciones de vidrio.
Uno de los iconos más reconocibles de Liberec es la montaña Ještěd, con una altura de 1,012 metros. Esta montaña no solo es un gran atractivo natural, sino que en su cima encontrarán una de las construcciones más interesantes del país: el hotel y torre Ještěd. Inaugurado en 1973, y creado por el arquitecto checo Karel Hubáček, este edificio futurista combina las funciones de un hotel y una antena de telecomunicaciones.
El hotel ofrece vistas panorámicas impresionantes de la región, incluso pueden ver un poco de Alemania, ya que Liberec se encuentra muy cerca de la frontera con este país; y si tienen suerte de visitarlo en invierno, el paisaje cubierto de nieve es simplemente mágico. A la cima pueden llegar en coche o caminando.
Si viajan a la República Checa, Liberec es una parada que bien vale la pena incluir en su itinerario. Su cercanía a Praga (a poco más de una hora en coche o tren) hace que sea un destino fácil de integrar en su viaje. La combinación de naturaleza, historia, arte y ciencia les asegura una visita memorable, que va más allá de la típica ruta turística.
Así que cuando viajen a Praga, no olviden visitar Liberec, una joya oculta en el norte de Bohemia que espera sorprenderles con sus paisajes, cultura y la cálida hospitalidad checa.
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