¿No sabes qué ver en República Checa Te vas a sorprender con todo lo que tiene este destino. Hay un montón de sitios bonitos que ver en República Checa y no estamos hablando sólo de Praga. La capital es una de las ciudades más bonitas de Europa, pero este pequeño país centroeuropeo esconde otras joyas. Prepara tus maletas porque seguro querrás ir después de conocer los 12 lugares imprescindibles que ver en República Checa. La buena noticia es que se pueden conocer a través de algunas excursiones desde Praga.
Sí, Praga debe encabezar nuestra lista porque es realmente encantadora, incluso si la visitas en los días más fríos de inviernos o calurosos de verano. Praga es una de las ciudades más pintorescas y mágicas de Europa. ¡No estamos exagerando! No te faltarán cosas que hacer en Praga: desde perderte por las preciosas calles en Ciudad Vieja, explorar el Castillo de Praga, beber cerveza como un local, hasta enamorarte de la ciudad desde uno de sus miradores.
El romance se siente en Praga por donde vayas. El Puente de Carlos, el espectacular Castillo de Praga, sus iglesias, sus calles… Praga fue la capital de Bohemia y del imperio romano, se desarrolló durante las épocas gótica y renacentista. Es una joya llena de maravillas arquitectónicas. Sin duda, la ciudad más bonita que ver en República Checa.
Si quieres conocer la ciudad desde otra perspectiva, no te pierdas las 10 mejores curiosidades de Praga.
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Después de Praga, Karlovy Vary es uno de los destinos más famosos que ver en República Checa. Se encuentra a menos de 2 horas de Praga en coche. Karlovy Vary es un pintoresco pueblo, que se dio a conocer por sus balnearios. De hecho, los turistas rusos fueron quienes pusieron de moda este lugar. Querían seguir los pasos del zar Pedro el Grande, fundador de San Petersburgo, que recibió tratamientos en esta localidad a principios del siglo XVIII.
¡Pero eso no es todo! Sus 13 balnearios no son la única razón para visitar Karlovy Vary. Solo hace falta que pasees por las orillas del río Teplá y te des cuenta de su magia entre las fachadas y fuentes.
Karlovy Vary está a 2 horas en coche de Praga. Aunque no creemos que merezca la pena alquilar un coche sólo para realizar esta visita Por eso te recomendamos coger un bus de Flixbus que tiene un montón de rutas diarias. El trayecto es barato, estamos hablando de unos por unos 7€ aproximadamente y con eso te llevarán a uno de los sitios más bonitos que ver en República Checa.
Viajar es la mejor forma de aprender y más si se trata de historia. Uno de los lugares más interesantes que ver en República Checa es este campo de concentración. Se encuentra en las afueras de Praga y es un símbolo de la ocupación nazi. Más de 150.000 judíos fueron encerrados en el sitio antes de ser enviados a los campos de exterminio de Treblinka y Auschwitz, en Polonia.
Este era un campo de concentración, más no de exterminio, aun así, allí murieron unas 33.000 personas por desnutrición y enfermedades. Durante la visita puedes tener una ligera idea de las duras condiciones en las que vivían los judíos que encerraban en este campo. Creemos que es un buen sitio para reflexionar sobre las atrocidades del pasado para que nunca jamás se repitan.
Si te interesa hacer esta visita, será mejor que contrates una visita guiada en español. Te incluye el transporte hasta allí y el guía en español. ¡Lo tendrás todo resuelto! De esta forma vas a comprender mucho mejor todo lo que pasó.
También puedes llegar al campo de concentración Terezín por tu cuenta en bus. Todos los días salen autobuses desde la estación de Florenc en Praga y el trayecto tarda aproximadamente una hora.
En Telč tendrás imágenes de postal, es uno de los sitios más pintorescos que ver en República Checa. De hecho, es Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO por su preciosa plaza principal llena de casitas de colores. ¡Datan del siglo XVI y son preciosas! Parece un escenario de película creado con cartones a la perfección.
Pero esta ciudad no se limita a sus casitas de colores, también tiene un precioso castillo gótico. Además, no puedes dejar de subir a la torre de la iglesia de St. James. Desde aquí tendrás la mejor panorámica de la ciudad. Si quieres visitar Telč, te recomendamos hacerlo desde Brno, porque no hay transporte público directo desde Praga.
Brno es la segunda ciudad más grande de República Checa después de Praga. Pero a diferencia de la capital, Brno tiene un ambiente más relajado y poco turístico que te encantará. El principal atractivo de la ciudad es la Catedral de San Pedro y San Pablo, una maravilla barroca.
Otra de las razonas por las que Brno es uno de los mejores lugares que ver en República Checa es la mezcla arquitectónica. Paseando por sus calles observarás edificios góticos, barrocos, art nouveau. ¡Todos juntos!
Tampoco olvides visitar el Castillo Špilberk o el osario de Brno, el segundo osario más grande de Europa después de las Catacumbas de París.
A esta ciudad se le conoce como la Praga en miniatura y es que sí tiene su parecido con la capital. No por nada ha sido declarada Patrimonio Mundial por la UNESCO. Český Krumlov se encuentra al sur de Bohemia y es uno de los principales destinos turísticos del país.
Lo más atractivo que ver en la ciudad es el castillo de Český Krumlov. Data del siglo XIII y tiene influencias de varios estilos arquitectónicos. No podemos negar que sí tiene un cierto parecido con Praga: calles de cuento de hadas, edificios históricos, un castillo sobre el río y un buen ambiente.
Si quieres conocer Český Krumlov te recomendamos contratar una excursión que incluye transporte y guía para todo el día. Es la forma más cómoda y rápida. Por otro lado, puedes llegar en autobús que es facilísimo. Flixbus tiene billetes súper económicos para ir de Praga a Český Krumlov. También puedes ir en coche, tardarás un par de horas en llegar.
Kutná Hora esconde uno de los atractivos más curiosos que ver en República Checa. Estamos hablando de la Capilla de los Huesos. Es bastante parecida a la Capilla de los Huesos de Évora, en el Alentejo. La verdad es que es algo estremecedora y a la vez sorprendente. Para que tengas una idea, está decorada con huesos de 40.000 a 70.000 personas. ¡Increíble!
La capilla de Kutná Hora es conocida como el Osario de Sedlec. Pero la capilla no es el único atractivo, en Kutná Hora también podrás visitar el precioso Castillo Hrádek y la Casa Sankturin.
La forma más cómoda para realizar este trayecto es reservar una excursión en español. Así sólo te dedicarás a disfrutar y conocer, no tendrás que estar pendiente de conseguir transporte. O si prefieres gastar menos también puedes optar por ir en tren que es fácil. Debes coger la línea R9 con destino Golcuv Jenikov y bajarte en la parada Kutná Hora.
Este es uno de los castillos más famosos y más bonitos que ver en República Checa. Si bien no es tan grande como el castillo de Praga, pero tiene lo suyo y merece la pena conocerlo. Fue construido en 1348 por Carlos IV, Rey de Bohemo y Emperador del Sacro Imperio Romano. El Castillo Karlštejn servía como residencia real y también albergaba los tesoros de la corona. Tiene un estilo gótico y parece el escenario de una película de princesas, caballeros y dragones. ¡Es precioso!
Pero no solo el castillo merece la pena. El camino que te conduce hasta el lugar es mágico. Si te gusta caminar, en sus alrededores hay varias rutas de senderismo.
Siempre recomendamos reservar una excursión para que todo sea más fácil. Te recogerán en tu hotel, tendrás un guía, el traslado de regreso y todo listo. Pero si prefieres, también puedes ir en tren (S7), el trayecto tarda unos 50 minutos desde el centro de la ciudad.
Si quieres conocer un lugar súper imponente, te recomendamos ir a la Plaza Mayor de České Budějovice. Este lugar es un recuerdo del poder que tuvo la ciudad en su día. Es uno de los sitios más bonitos que ver en República Checa. La plaza está rodeada de preciosas casas de burgueses que hicieron fortuna con el comercio de sal y plata. Admira sus fachadas renacentistas y barrocas. ¡Son hermosas! Además, su casco histórico está muy bien conservado y te llevará en un viaje en el tiempo a la Edad Media.
República Checa está lleno de castillos, cada uno es más interesante que otro. ¡Y este es uno de nuestros favoritos! El precioso Castillo de Hluboká es blanco y de estilo neogótico. Se encuentra al norte de České Budějovice, Fue construido en la década de 1660. Sin embargo, la fachada de hoy no es la original porque con varias renovaciones a lo largo de los años fue cambiando al estilo que ves hoy.
Para nosotros, esta versión se parece muchísimo al famoso Castillo de Windsor en Inglaterra. El exterior del lugar es precioso. Da un paseo inolvidable por sus jardines y acaba la batería de tu cámara sacando fotos. Y no te quedes solo fuera, en el interior hay una gran colección de arte que vale la pena apreciar.
¡Prepárate para explorar la naturaleza de República Checa! Este parque nacional se encuentra en una región conocida como la Suiza de Bohemia. Su nombre se debe a que los paisajes se parecen a los de Suiza. Está en el norte del país, justo en la frontera con Alemania. Es uno de los lugares más bonitos que ver en República Checa. ¡Vas a alucinar con sus caminos, bosques y formaciones rocosas!
Lo más famoso del lugar es Pravčická brána, el arco de piedra natural más grande de Europa. ¡Es fascinante! Además, hay un montón de senderos que te llevarán a miradores geniales como el de Mariina skala.
Si te da el tiempo puedes cruzar la frontera y visitar el Parque Nacional de la Suiza Sajona, en Alemania. Vas a alucinar con el Puente de Badei. Este sitio nos recordó muchísimo a los paisajes que puedes ver en Meteora (aunque sin monasterios). ¡Y todo esto a tan solo 2 horas en coche de Praga!
Llegamos al final de nuestra lista de los lugares imprescindibles que ver en República Checa y no nos podíamos olvidar de Pilsen. Si el nombre te suena a algo, no estás equivocado. ¡Los amantes de la cerveza seguro que reconocen lo que estamos hablando!
Allí nació la mundialmente conocida cerveza Pilsner en la década de 1840. El éxito de esta cerveza fue tan grande que con el paso de los años la cerveza fue llegando a casi todos los rincones del planeta. De hecho, llegó a ser uno de los productos nacionales por excelencia.
Durante tu visita podrás conocer la icónica historia de esta cerveza. La Pilsner Urquell, la primera cerveza rubia del mundo, todavía se sigue produciendo aquí. Así que es indispensable que vayas al Museo de la Cervecería Pilsner Urquell.
¡Pero eso no es todo! Al margen de su historia cervecera, la ciudad esconde otras joyas. Por ejemplo, la torre de la Catedral de San Bartolomé, la más alta del país, o la Gran Sinagoga, que es la segunda más grande del continente. Sin duda, uno de los sitios más interesantes que ver en República Checa.
En este mapa encontrarás marcados los 12 sitios imprescindibles que ver en República Checa.
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