El mundial más tranquilo #VicenteenQatar

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Publicado Por wonbern en diciembre 23, 2022

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Por: Vicente Padilla

Los mexicanos regresamos antes de lo esperado, pero con una emoción gigantesca de haber vivido este sentimiento por nuestro país, no es el fútbol, es el latir de tu corazón al escuchar el himno nacional en otro país.

Soy Vicente Padilla, en el mundial de Rusia me conocieron cuando México le ganó a Alemania y uno de ellos me lanzó la cerveza en la cara y me hice viral, ahora en Qatar fui “El Guacamole” Sí, me colgué hasta el Molcajete.

Aproveché para visitar 5 países ya que iba a viajar hasta Qatar, al otro lado del mundo, pero eso ahorita te lo cuento.

Qatar: para mí este fue el mundial de la tranquilidad; confirmo que los Mexicanos y la mayoría de las personas en este planeta necesitan alcohol para ambientarse, para seguir la fiesta hasta el amanecer.

Cientos de nacionalidades en un mismo sitio, reunidos en la gran fiesta del mundo, llegando a un país que apostó todo para lograr este mundial y que a horas de su inicio informarían que no habría cerveza en los estadios, otra cultura, otro estilo de vida, otra libertad que las mujeres no tienen, donde la mujer qatarí no se toma fotos, ellas si te toman para su Snapchat (sí, en Medio Oriente, Snapchat es la moda) pero ellas no posan a tu cámara con facilidad, a estas niñas las dejaron, sí, sus mamás dejaron que me tomara una foto con ellas, niñas que pronto serán mujeres con lo que ellos consideren libertad, donde posiblemente esta sea una de sus últimas fotos mostrando su cara y en algunos años posiblemente no podamos ver más allá de sus ojos.

Caminar en piso de nármol, una vida totalmente nocturna, Qatar un país que vive de noche, cuando el sol se esconde la gente sale, así funciona un país con altas temperaturas, que vive con días caniculares con normalidad, aunque en diciembre realmente no era necesario tener aire acondicionado en los estadios o en el piso ¡Ah, sí! salía aire acondicionado en lo que parecían ser coladeras.

3 de la mañana en Qatar y me pude cortar el cabello, 4:30 de la madrugada y me compré una camisa con un diseñador qatarí, en Qatar se vive de noche, paseando con el carrito del súper a las 5 de la mañana y no solamente en temporadas mundialistas, sino los 365 días del año así vive el Medio Oriente.

En Dubai me enfrente al otro Dubai pero no solo eso, sino a la otra cara del mundial, me equivoqué de estación de metro, comencé a caminar y entre a esta zona donde viven los migrantes sobre todo indios, muy cerca del Dubai Frame, aquí la realidad del mundial, mientras yo había tenido la oportunidad de ver a mi país en 3 ocasiones en vivo, cientos de migrantes veían un partido frente a una televisión al exterior de una tienda de electrónica, con la misma emoción de ver a Messi que los propios Argentinos.

Realidades separadas, conocí Arabia Saudita, cruce por tierra, fronteras que no puedes cruzar con facilidad, llegar a lo desconocido, Al Hofuf la ciudad más cercana a la frontera, una ciudad sin inglés, sin turistas, a diferencia de Qatar aquí ninguna mujer descubría su cabeza e incluso a algunas mujeres no se les podía ver ni los ojos.

En Qatar en un centro cultural hice varias preguntas, aquí algunas de sus respuestas que me dejan en duda su sinceridad:

La mujer qatarí puede abortar siempre y cuando el bebé esté enfermo y la mamá corra el riesgo de morir.
La mujer qatarí se cubre por cultura por la temperatura, no tiene que pedir permiso al hombre sobre su vestir.
La mujer (al menos la primera esposa) es la que decide si puede tener más esposas su pareja y esto es para ayudar a las demás mujeres a tener un sustento.

Todo lo que les pase bueno o malo lo ven como una decisión de Dios.

Así es como llegué a Qatar por tierra, 25 días antes, desde Abu Dhabi donde pude ver al Checo en 3er lugar justo frente al podio de premiación el mismo día que comenzaba el mundial, toda una odisea, pasar por fronteras terrestres en Medio Oriente pero siempre con las ganas de seguir conociendo culturas, gente, comida y estilos de vida.

Así es como quiero seguir viviendo mi vida, conociendo países, cosas totalmente distintas a nuestra realidad, solo, con amigos, familia o algún día de la mano de alguien.