Pipiris Fries: cinco años de puro antojo monchoso

Hay aniversarios que se celebran con discreción, y otros que exigen una fiesta desbordada. Pipiris Fries, las papas más monchosas de la CDMX, pertenece sin duda a la segunda categoría. Su historia —nacida como cocina fantasma en plena pandemia, endurecida en la experiencia de Shark Tank y consolidada hoy en un local del sur de la ciudad— es un recorrido que solo podía culminar en un menú tan atrevido como entrañable. 

En estos cinco años, Pipiris ha demostrado que una simple papa a la francesa puede convertirse en un lienzo para la imaginación.

Pipiris Fries, un viaje de sabores

Como no podíamos dejar pasar su primer lustro en la CDMX, nos lanzamos a Pipiris Fries para repasar (con un gran antojo) su propuesta:

La primera sorpresa llegó antes de la comida: un flotante de limón con Coca-Cola, un guiño juguetón a los postres americanos que aquí se convierte en un soplo fresco antes de la tormenta de sabor que viene. 

Las Pizza Fries, especial del mes (que cambia constantemente y siempre merece ser preguntado) son una declaración de intenciones. Las papas crujientes llegan cubiertas con una salsa arrabiata vibrante, queso gouda, cheddar y un pepperoni que huele a infancia, a viernes por la noche, a películas con amigos.

Luego están las Gochu Fries, quizá las más reveladoras de la tarde. Aquí los boneless bañados en una salsa agridulce picante —hecha con chile gochu— crean un contraste luminoso: salado, dulce, crujiente, picante, cremoso. El queso gouda y mozzarella se mezcla con el aderezo ranch, el cebollín y el ajonjolí negro, ¡un viaje papil a Asia! 

Para el cierre, Pipiris ofrece algo que no muchas cocinas se atreven a proponer: postres a base de “papas” que no son papas. Pedimos media porción combinada de ambas opciones y fue la mejor decisión. Las Sweet Potato Fries —hechas con camote amarillo y cubiertas con crumble de galleta María y Oreo— se transforman en una oda a la cocina reconfortante. 

En el mismo plato, las Macho Fries, hechas con plátano macho, repiten la fórmula dulce pero con un fondo más profundo, más tropical. Ambas se pueden rematar con lechera, cajeta o choco-avellana: una tentación imposible de esquivar.

Siempre hay ganas de volver

Cinco años después de su nacimiento, Pipiris Fries mantiene la energía del primer día. No solo celebran su permanencia en un mercado ferozmente competitivo: celebran una identidad propia, una visión clara y una cocina que abraza la exageración sin perder la intención.

¿Cómo, dónde y cuándo? 

Dirección: Calle A Mz. VII Local D, Educación, Coyoacán, 04400 Ciudad de México, CDMX.

Precio: $$ se calcula depende si es para llevar, ir comiendo o en el restaurante. 

Horario: de 15:00 a 21:00 horas.

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