Nápoles es una ciudad caótica, pero a la vez está llena de arte e historia. Además, es perfecta como centro de operaciones para hacer excursiones a sitios san increíbles como el Vesubio, Capri, Pompeya o Sorrento. Te contamos 25 cosas que ver y que hacer en Nápoles para que no te dejes nada sin ver en la cuna de pizza, una de las ciudades más bonitas de Italia.
⚠️ Nápoles es una ciudad especial. ¿Pero peligrosa Te contamos algunas consejos acerca de la seguridad en Nápoles.
😴 Descubre las mejores zonas y hoteles donde alojarse en Nápoles. Es importante conocer las zonas para intentar evitar meterse en barrios delicados.
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En este mapa encontrarás marcadas las mejores cosas que ver y que hacer en Nápoles.
Para empezar tu visita a la ciudad, una buena idea es contratar un tour GRATIS por Nápoles. Te permitirá descubrir algunos de los rincones más bonitos de la ciudad con los comentarios en español de un guía que vive en la zona. De este modo, sacarás mucho más provecho a tu visita para después descubrir con más profundidad esta ciudad interesantísima.
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El Castel dell’Ovo está en el islote de Megaride, que fue fortificado con la llegada de los romanos a Nápoles. Desde hace siglos ha cumplido funciones de vigilancia y ha sido residencia de los reyes de la región. Ahora, es una preciosa muestra de la historia de la ciudad. Se puede entrar gratis y desde su terraza tendrás unas preciosas vistas de la bahía de Nápoles, la isla de Capri y el Vesubio.
Has intuido bien, traducido seria el “castillo del huevo”, un nombre un poco raro. Para encontrar su origen sólo hay que saber la leyenda que dice que Virgilio escondió un huevo mágico en posición vertical en la fortaleza. Si no aguantaba y se caía sería una mal presagio para Nápoles y el castillo sería destruido. Parece que, allá donde esté, el huevo sigue bien puesto.
Esta diminuta capilla esconde grandes tesoros artísticos en su interior. De hecho, se considera un museo-capilla y la entrada cuesta 10€ que valen la pena si eres un apasionado del arte. En un espacio pequeño podrás ver una cantidad impresionante de esculturas realistas de mármol como el famoso Cristo Velatto de Giuseppe Sanmartino.
Álgo imprescindible que hacer en Nápoles es degustar sus pizzas de masa fina. No te será nada difícil encontrar locales donde la hagan buena, ya que la ciudad es considerada la cuna de esta delicia que se ha convertido en internacional. Tendrás dudas entre la marinara, la margarita o la de mozzarella de buffalo… ¡Siempre estás a tiempo de repetir! Además, las mejores pizzas se encuentran en locales nada sofisticados y muy baratos.
Si te entra antojo de pizza pero no tienes mucha hambre no te preocupes. En Nápoles es muy típico encontrar snacks como por ejemplo pequeños trozos de masa fritos, mini pizzas o calzones…
El café napolitano también tiene mucho renombre. Tiene un sabor muy fuerte y es muy corto, ¡ideal para bajar la pizza! 😉 Eso sí, cuidado no te pases, que es tan amargo que tomar demasiado podría sentarte muy mal. Normalmente lo sirven sin azúcar, pero si no estás muy acostumbrado al café fuerte es mejor pedirlo “amaro” (azucarado).
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Seguro que Nápoles hace pensar en Maradona a los más futboleros. El argentino jugó en la ciudad desde el 1984 hasta el 1991 y en esos pocos años se convirtió en todo un símbolo por los éxitos que trajo al club. Para homenajearlo, se le dedicó un altar que hoy puedes ver en el Bar Nilo. ¡Imagínate el nivel de adoración que incluso hay un mechón de pelo suyo!
Tampoco olvides fotografiar el precioso mural de Maradona ubicado en el Quarteri Spagnoli. Pese a que Messi también consiguió su Mundial, Maradona sigue siendo una leyenda para argentinos, italianos y los amantes del futbol.
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Pese a que es una de las zonas más peligrosas de la ciudad, muchos turistas no se quieren perder este barrio. Está ubicado en el punto donde, entre los siglos XVI y siglo XVII, se encontraban los cuarteles de las guarniciones militares españolas en la ciudad. ¡De ahí su nombre!
Las calles son muy pintorescas, aunque están bastante degradadas. Si decides visitar esta zona, evita mostrar objetos de valor y siempre trata de ir acompañado de más turistas.
El barrio te mostrará parte de la cultura popular y del estilo de vida napolitano. Encontrarás un montón de estrechos callejones caracterizados por escaleras altas y la ropa tendida secándose entre los edificios.
Esta basílica de estilo gótico es otra de las obras de arte que ver en Nápoles. Se construyo en 1310 junto con un convento sobre unos antiguos baños romanos. Lo más impresionante es su claustro, que resulta un remanso de paz en medio del caos de la ciudad. Es un espacio que da muy buen rollo, lleno de columnas recubiertas con azulejos pintados en tonos alegres.
Más allá del claustro, también tiene una zona de museo donde se pueden contemplar restos de los frescos de Giotto y al lado hay un museo arqueológico dedicado al antiguo balneario romano.
El primer sábado de mayo las cápsulas que contienen la sangre de San Jenaro (patrón de Nápoles) se trasladan en procesión desde la Catedral de Nápoles hasta esta iglesia.
Se celebra que la sangre del santo pasa a ser líquida.
En Nápoles también podrás ver una ópera en uno de los teatros más antiguos y prestigiosos de Europa. El Teatro di San Carlo ha sido escenario de obras de grandes compositores como Rossini o Bellini.
Vale la pena verlo aunque lo tuyo no sea la ópera, así que puedes probar con un tour guiado. Su interior es precioso, con una decoración majestuosa que transporta al pasado. La visita guiada cuesta 9€ y tiene horarios limitados.
Sólo ver la fachada del Palacio Real de Nápoles impresiona. Pero si tienes un par de horas, mejor que entres y descubras la historia de la residencia de la corte napolitana. Se construyó en 1601, época virreinal, y demuestra el poder que tenía España por aquel entonces.
Podrás ver las habitaciones y estancias, incluso el teatro y la capilla privada. La entrada cuesta 10€ pero el primer domingo de mes es gratuito, igual que el resto de monumentos estatales.
La Piazza Plebiscito es la más famosa de Nápoles. En sus alrededores se encuentran algunos de los edificios históricos más importantes de Nápoles como el Palacio Real, la Basílica de San Francisco de Paula, el Palacio de la Prefectura y el Palacio Salerno.
Sin embargo, esconde un gran misterio. Nadie ha conseguido ir desde el Palacio Real hasta el otro extremo pasando entre las dos estatuas ecuestres que hay. Todo esto hay que hacerlo con los ojos cerrados, parece fácil pero no lo es. ¿Serás tú el primero?
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Este castillo medieval está ubicado en la colina del Vomero, vigilando el resto de la ciudad. En sus orígenes fue una importante torre de observación por su posición estratégica y ahora es sede del Museo Napoli Novecento 1910-1980. Allí podrás ver exposiciones temporales.
Aunque no te interese ver el castillo en sí, subir hasta sus puertas es algo que hacer en Nápoles para mantener la buena forma. Hay un buen tramo de escaleras pero las vistas al llegar a la cima recompensarán tu esfuerzo.
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Como no hay dos sin tres, en Nápoles no podía faltar otro bonito castillo medieval. El Castel Nuovo no sólo impresiona por fuera, también podrás descubrir su imponente interior. No te pierdas la Capilla Palatina y la Sala dei Baroni. Desde 1279 se conserva bastante bien gracias a las constantes restauraciones.
La entrada cuesta 6€ por adulto.
Puedes visitarlo gratis el primer domingo de cada mes.
A sólo 40 minutos del centro de Nápoles puedes visitar un auténtico palacio. El Palacio Real de Caserta se construyó por orden de Carlos de Borbón y cuenta con unos jardines muy extensos en los que perderte. Su grandeza recuerda a Versalles, y con razón, porque el arquitecto fusionó el palacio francés con el del Escorial convirtiéndolo en el palacio más grande del mundo. ¡Casi nada!
El recinto ha sido declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO y ha sido escenario de varias películas como Misión Imposible 3.
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Muy cerca de Nápoles puedes conocer uno de los pueblos más encantadores de la Costa Amalfitana. Sólo tiene 17.000 habitantes, pero es uno de los rincones más visitados del país. Te damos dos consejos, no te pierdas el Bagni della Regina Giovanna ni te vayas sin probar el limoncello.
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La antigua ciudad romana de Pompeya se conoce porque quedó enterrada bajó la lava tras la erupción del Vesubio en el año 79. Quedó cubierta por las cenizas hasta que se descubrió en 1748. Desde entonces, se han hecho numerosos trabajos arqueológicos y ahora se pueden ver gran parte de las ruinas de la ciudad e incluso los cuerpos petrificados desde hace tantos siglos, algo que impacta mucho.
Es una visita muy recomendable que hacer en Nápoles, especialmente si te gusta la historia. Si buscas comodidad, te aconsejamos reservar esta excursión en español.
Visitar Pompeya desde Nápoles: todo lo que necesitas saber
El mismo día que visites Pompeya puedes aprovechar para subir hasta la cima del volcán Vesubio. Tiene nada más y nada menos que 1281 metros de altura y las vistas desde allí son impresionantes. También impacta ver lo enorme que es el cráter desde cerca. Además, el camino hasta arriba está lleno de baches y el recorrido es toda una aventura, ¡casi como una atracción de feria!
La forma más cómoda para subir al Vesubio es reservando una excursión desde Nápoles en español.
Consejos para subir al Vesubio desde Nápoles
Este museo está ubicado en un palacio construido el siglo XVIII por orden de Carlos III, rey de Nápoles. Ahora es básicamente una pinacoteca con obras de grandes nombres como Tiziano, el Greco, Caravaggio o Rafael, entre otros.
También hay salas dedicadas a la vida palaciega, algunas con bonitas vistas al Vesubio. Tampoco te pierdas los bonitos jardines que rodean el palacio. La entrada cuesta 10€ y es una de las visitas más interesantes que hacer en Nápoles.
Siguiendo bajo tierra, las paradas de metro de Nápoles son auténticas obras de arte. La estación Toledo es una de las más bonitas de toda Europa. ¡Y eso que compite con subsuelos tan artísticos como el de Estocolmo o Moscú!
Si no sufres de claustrofobia, adentrarte en las catacumbas de Nápoles iluminado por una vela será algo diferente que hacer en Nápoles. Se hacen tours guiados por los pasillos subterráneos de la ciudad, que esconden verdaderos tesoros.
Por ejemplo, muy cerca de la Piazza San Gaetano podrás ver un acueducto grecoromano que abastecía con agua a toda la ciudad hasta hace unos 200 años. También descubrirás algo más tétrico, la abundancia de cementerios y calaveras en el subsuelo de Nápoles. Una visita que no te dejará indiferente.
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Descubrir la Via San Gregorio Armeno es algo muy curioso que hacer en Nápoles. Se trata de una calle repleta de tiendas dedicadas a exponer y vender figuras de pesebre. Hay piezas para todos los gustos e incluso algunas de coleccionista con muchísimo valor. Además, se pueden encontrar figuras de personajes famosos, algo así como los caganers en Cataluña.
Al inicio de la calle podrás visitar la preciosa iglesia de San Gregorio Armeno. Como ves, ¡no te faltará arte en Nápoles!
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Procida podría ser perfectamente una de las mejores islas del Mediterráneo. Esta pequeña isla se encuentra en el precioso Golfo de Nápoles y es una de las excursiones más comunes desde la ciudad. La isla es pequeñita, pero muy pintoresca.
El color esmeralda del agua contrasta a la perfección con las casas de colores que la caracterizan. El punto más alto es la colina de Terra Murata, donde se encuentra un precioso mirador y un núcleo fortificado de origen medieval.
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Esta colina situada al norte de la bahía de Nápoles tiene unas vistas geniales. Dirígete al Parque de Virgilio, en la punta del cabo Posilipo, al atardecer. Es un punto genial para relajarse con unas vistas tremendas de la bahía de Nápoles y la de Pozzuoli. Para llegar hasta arriba te recomendamos seguir el camino panorámico de Via Petrarca.
Algo totalmente imprescindible que hacer en Nápoles es pasear por la Via dei Tribunali. Da igual que sea la primera vez que visitas la ciudad o que seas reincidente, allí se encuentra la esencia de Nápoles. Es la arteria principal del centro histórico y siempre hay mucho ambiente en esta calle estrecha y caótica. Encontrarás un montón de sitios para comer y te irás topando con monumentos históricos a lo largo del recorrido.
Degustar el dulce más típico de la ciudad es algo delicioso que hacer en Nápoles. La sfogliatella se llama así porque está hecha con muchas capas de hojaldre rellenas. Hay diversas versiones: con ricota, crema pastelera, sémola, mermelada… La versión tradicional napolitana se hace con ricota y la podrás encontrar en cualquier pastelería de la ciudad.
Por último, si visitas la ciudad en verano acercarse hasta la paradisíaca isla de Capri es una buena idea. Eso sí, tienes que pasar varios días por la zona, porque ya ves que ¡hay un montón de cosas que hacer en Nápoles!
Te contamos cómo ir de Nápoles a Capri por tu cuenta. Sin embargo, si quieres más comodidad, puedes reservar una excursión a Capri en español para no preocuparte de nada.
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